1. Tipo de tortuga
Por obvios motivos, no se puede encontrar este tipo de mascotas en la calle como se hace con los gatos o los perros. Para tener una tortuga, tienes que obligatoriamente ir a alguna tienda de mascotas y comprar una allí.
Al momento que lo hagas, lo primero que deberás hacer será preguntarle al dueño de la tienda o a la persona que te está atendiendo, qué clase o tipo de tortuga es la que has elegido.
Ha pasado mucho que las personas tienden a confundir tortugas de tierras con tortugas marinas y en lugar de tenerlas en tierra, las lanzan al agua, lo cual resulta en su muerte.
Por eso, tienes que hacer esta gran pregunta, ya que la felicidad de la tortuga dependerá del ambiente en el que la tengas. Y es gracias a esta simple, pero gran diferencia, que los requisitos de cuidados y las necesidades que cada tipo de tortuga requieren son diferentes.
2. Acuario
Un requisito fundamental a la hora de tener tortugas en nuestro hogar, es la de proporcionarle el espacio adecuado para que esta logre sentirse lo más cómoda posible. Por ejemplo, puedes construir o adquirir un acuario de vidrio que sea resistente.
De esta manera, tu tortuga se mantendrá a salvo y evitará que agentes externos la dañen de alguna manera.
Ahora bien, no debes construir un acuario en función de su tamaño inicial, sino que debes considerar el tamaño final que la tortuga adquirirá. Por lo que el acuario tiene que ser lo suficientemente grande como para que esta se pueda mover con total libertad cuando llegue a la adultez.
3. Luz del sol
Una vez que tengas el acuario ya acondicionado para la tortuga, tienes que elegir un lugar en el que reciba bastante luz natural.
Es algo tan simple pero necesario para las tortugas. En caso que no puedas colocarla en un lugar así, puedes optar por comprar una lámpara que genera una luz el cual está hecha especialmente para reptiles
4. Temperatura
Este es otro de los factores importantes que deberá tener el acuario la gran parte del tiempo. Para ser más precisos, la temperatura del acuario deberá estar entre los 25 y 28 grados Celsius. Cabe destacar que dicha temperatura no deberá bajar de 25°C.
5. Agua limpia
Como todo ser vivo, las tortugas también requieren de un ambiente que esté limpio, y más aún si vas a tener uno de estos animales en tu hogar. Por tal motivo, deberás darle la higiene correspondiente al acuario siempre que lo necesite.
De hecho, tendrás que cambiar el agua constantemente, es decir, casi todos los días o bien puedes instalar un filtro para evitar hacer el cambio de agua.
6. Accesorios del acuario
Así como un perro o un gato se le proporciona accesorios para que su vida sea más grata, divertida e interactiva, tal cual sucede con las tortugas. Pero en este caso, tendrás que adquirir algunos accesorios que le proporcionen a la tortuga comodidad y un lugar para que pueda reposar o dormir.
Tus opciones son comprar alguna roca lisa lo suficientemente grande para que esta se posea encima de ella o bien comprar musgo, cualquiera que sea tu elección, igual a tu tortuga le encantará.
7. Alimentación
Posiblemente este sea el consejo que estabas esperando y que consideres el más importante de todos. Para la alimentación de las tortugas, tienes que comprar comida especialmente para ellas.
Lo más recomendable es que antes de proceder con la compra y alimentación, consultes con un veterinario o como mínimo, con el especialista de la tienda de mascotas.
Así podrás informarte sobre qué tipo de alimento tienes que darle a la tortuga, así como también la cantidad y la frecuencia. Cabe destacar que la alimentación de las tortugas no es la misma.
Es decir, que, en su etapa joven, su alimentación es completamente diferente a las adultas. En el primer caso deberás alimentar a la tortuga 3 veces al día, mientras que en las tortugas adultas deberás alimentarlas 4 veces al día.
Aunque también está el detalle sobre el tipo de tortuga que desees tener, así como existen algunas donde tienes que alimentarlas 3 o 4 veces al día, hay otras que solo necesitan ser alimentadas 4 veces como máximo a la semana.
8. Calcio
Como último consejo, pero no menos importante, toda tortuga requiere mucho calcio en su organismo. Este lo puedes comprar con total tranquilidad en la misma tienda donde compras la comida.
Lo bueno es que viene en diferentes formatos, pero lo mejor es comprar el formato donde te permite rociar un poco de calcio en sus comidas. Es importante que recuerdes que solo deberás aplicar calcio a las comidas dos veces a la semana como mucho.
Diseñar su espacio
A la hora de tener una tortuga en casa debes saber que estas mascotas viven en su propio acuario o terrario. No es adecuado que estén en una caja de zapatos ni en ningún otro recipiente casero. Aunque cuidarlas no es complejo, sí es indispensable que se controlen las condiciones ambientales de su acuario para que puedan desarrollarse y alcanzar una alta esperanza de vida.
El terrario puede ser diseñado por ti, podrás elegir los elementos decorativos y cómo organizar el espacio, sin embargo se estima que dos tercios del acuario deberían ser ocupados por agua, para que la tortuga pueda nadar, y un tercio será tierra o roca para que la tortuga camine. De esta forma estamos garantizando a nuestra mascota un entorno suficiente para su desarrollo. Para la tortuga tan importante es nadar como caminar, pero ten en cuenta que disfruta (y necesita) alimentarse en el agua, por lo que si no tiene suficiente espacio no podrá desarrollar sus costumbres más básicas.
Un elemento indispensable del acuario de tu tortuga será la lámpara de luz ultravioleta. Debes proporcionarle este tipo de iluminación aunque para ti resulte invisible, pues lo cierto es que las lámparas de UVA/UVB que necesitan las tortugas emiten unas ondas invisibles al ojo humano pero que replican a la perfección las necesidades concretas de las tortugas, porque impostan la luz que les proporciona el sol. Gracias a estas lámparas pueden procesar y asimilar la vitamina D3, que es completamente necesaria para su desarrollo.
Alimentación
Las tortugas son reptiles omnívoros en su edad adulta, aunque en los primeros años de su vida se alimentan con dieta carnívora. Cuando viven en un entorno salvaje consumen seres vivos propios de entornos acuáticos como el suyo: caracoles, gusanos, crustáceos, babosas e insectos varios. Sin embargo, te sorprenderá saber que las tortugas también pueden alimentarse de pequeños roedores, peces y otros reptiles. Y si eso te sorprende, puede que lo haga aún más el hecho de que se trate de un animal que generalmente busca los huevos de otras especies (reptiles y aves) para devorarlos.
Aun así, las tortugas mantienen una alimentación variada, especialmente cuando alcanzan la edad adulta, entonces el porcentaje de alimento de origen vegetal llega al 75% y posteriormente al 90% en la edad madura. Lo que significa que su interés por la carne va disminuyendo poco a poco hasta reducirse a lo mínimo.
Los alimentos que podemos dar a nuestra tortuga doméstica pueden ser los mismos que consumimos nosotros, pues podemos facilitarle alimentos frescos o descongelados. Tales como gambas, langostinos o carne troceada de ternera o pollo. Un error común es creer que no precisan de más alimento que de pequeños crustáceos, y limitar mucho su alimentación con este tipo de nutrientes, lo que a la larga produce déficits alimentarios graves que merman su esperanza de vida.
Como reptil que es, agradecerá animales vivos que supongan un reto, como diversión y entrenamiento la tortuga podrá ingerir tras haber dado caza a grillos, gusanos, caracoles y lombrices.
Hibernación
Aunque si no estamos al tanto puede ser una situación muy alarmante, lo cierto es que las tortugas están preparadas para hibernar cuando la temperatura de su ambiente baja de los 10ºC, y eso no implica un problema ni una situación crítica. Su metabolismo considera que no puede seguir operando, y decide “cerrar” su actividad hasta que el ambiente se torne más cálido.
Por ese motivo, el comportamiento de la tortuga varía y empiezan a comer con mayor voracidad durante alrededor de tres semanas, haciendo acopio de nutrientes para soportar el intervalo que va desde los 3 hasta los 6 meses, tiempo en el que quedarán dentro de sus caparazones sin presentar ningún movimiento.
Cómo mantener y cuidar a una tortuga de agua en casa.
Las tortugas de agua son un grupo muy amplio de animales acuáticos. Sin embargo, las que actualmente se han seleccionado como mascotas pertenecen a los géneros Mauremys (Chinemys), Graptemys, Pseudemys y Trachemys.
Recordemos que, son animales acuáticos que se caracterizan por vivir en el agua, y que además comen y defecan en ella. Aunque son llamadas tortugas de agua, no son exclusivas de ella, también salen a tomar sol y poner huevos en época reproductiva.
Son animales muy resistentes y longevos, pero necesitan instalaciones muy específicas para su correcto mantenimiento y cuidado. Su esperanza de vida es de más de 40 años, y pueden alcanzar un tamaño y peso de más de 1 kg.
En España hoy en día, se ha prohibido la comercialización, posesión y reproducción de ciertas especies de tortugas de agua. Entre ellas podemos mencionar las especies Trachemys scripta (Tortuga de Florida o de orejas rojas) y Chrysemys picta (Tortuga pintada). Estas especies forman parte del catálogo de especies invasoras.
¿Dónde alojar a una tortuga de agua en tu hogar? Principales condiciones
Para las tortugas de agua lo ideal es mantenerse en un lugar que contenga un 70% de agua y un 30% de tierra.
El agua debe ser lo suficientemente profunda, ya que será el lugar donde pasará la mayor parte del tiempo. Ideal para nadar y moverse con mucha libertad.
El área del agua debe contar con un filtro para que se mantenga limpia, necesario para evitar enfermedades. También, debe contar con un termocalentador, que mantenga el agua entre los 25 y 26°C.
La zona de la tierra debe estar bien ubicada para que la tortuga sea capaz de salir del agua con facilidad. Esta zona debe poseer una fuente de calor y de luz ultravioleta, porque es necesario para que el animal se desarrolle completamente. Aunque, si hay luz solar directa es muchísimo mejor para el animal.
La luz debe estar disponible entre 10 y 12 horas al día, y que no sea atravesada por plásticos ni cristales. Recuerda que los cristales cortan el paso de los rayos UV, de esta forma el animal no podrá absorberlos. Además, recuerda que en el invierno la temperatura puede bajar, procura que no sean más de 3 grados.
Las temperaturas bajas provocan que las tortugas entren en modo de hibernación y estos animales no necesitan hibernar. Esto puede resultar en problemas serios de salud para las tortugas de agua.
El comedero debe estar alejado del agua, para evitar que los restos de comida caigan al agua y se ensucie más rápido. Esto puede generar infecciones y enfermedades muy graves en las tortugas de agua. Recuerda también retirar los restos de alimento diariamente, aunque estén alejados del agua.
¿Cómo debe ser la alimentación de una tortuga de agua doméstica?
Al hablar de alimentación y de cómo cuidar a una tortuga de agua en casa, debes saber que, en su hábitat natural, son animales omnívoros y pueden alimentarse de peces, algas, y casi cualquier cosa que viva en el agua.
En general, cada especie tiene una dieta particular, y un veterinario podrá determinar la dieta que deberás seguir.
Pero, estando en casa, lo ideal es ofrecerle comidas preparadas comercialmente que puedes encontrar en tiendas especializadas en animales exóticos como
Entre las opciones que puedes ofrecer están:
Pienso extrusionado
Un máximo una vez al día pienso extrusionado de calidad especial para tortugas de agua. Complementa la dieta proporcionándole vegetales y proteínas animales como pescado, carnes blancas y moluscos.
Pescado
El pescado debe ser completo, es decir, que no debes eliminar ninguna de sus partes, y estar previamente hervido o congelado. Esto, para asegurarnos de que no existan parásitos, bacterias o hongos que puedan ocasionar infección en nuestras mascotas.
Los peces más recomendados son el pejerrey o chirrete (Odontesthes bonariensis, Atherina boyeri) y chanquete (Aphia minuta).
Complementos de proteínas
Otros complementos de proteínas pueden ser pechuga de pollo, gambas, caracoles y mejillones. También se les debe proporcionar un trozo de hígado de pollo que debe ser máximo una vez por semana.
Los animales adultos pueden comer vegetales como hojas verdes de acelgas, canónigos, espinacas, berros y perejil.
Cuidados e higiene que debes ofrecer a una tortuga de agua
Los cuidados e higiene forman parte del protocolo que hemos creado para cuidar a una tortuga de agua en casa.
Mantener el espacio del alojamiento o acuaterrario es completamente necesario e importante. Como propietario, debes ser muy disciplinado, ya que es muy fácil que la tortuga lo convierta en un lugar sucio.
Al momento de alimentar a la tortuga podemos colocarla en otro espacio para que se defienda fuera del agua. De esta manera, lograrás mantener el agua limpia por más tiempo y evitar los malos olores en el espacio.
El filtro del agua debe limpiarse una vez por semana para garantizar mayor capacidad de limpieza. En cuanto al agua total del acuaterrario, debe ser cambiada una vez al mes.
Los cuidadores y propietarios deben tener sumo cuidado al manipular la tortuga de agua. Lo más saludable es lavarnos las manos después de tocar a la mascota con abundante agua y jabón. Las tortugas pueden ser portadoras de Salmonella Spp.
La salud en una tortuga de agua ¿Es necesaria la valoración de un veterinario?
Sí. Es muy importante una valoración inicial de la mano de un veterinario especialista en animales exóticos. Posteriormente, serán necesarios chequeos generales y desparasitación por lo menos una vez al año.
Esto, para evitar infecciones con trematodos y nematodos, parásitos de los cuales ellas son portadoras.
También, es importante que estés informado sobre algunos síntomas que pueden generar una alarma inmediata de que tu tortuga requiere valoración profesional inmediata. Entre ellos destacan:
Pérdida del apetito de forma prolongada.
Flotación o nado de lado o anómalo.
Aparición de gusanos en el agua.
Inflamación de los ojos y de los oídos.
Prolapso del clítoris o el pene de forma permanente, suele observarse una masa que produce la cloaca.
Caparazón suave o blando.
Lesiones, fracturas o plastrón del caparazón.
Plastrón inflamado o enrojecido.
Dificultad para respirar.
Inquietud o ansiedad por salir del acuaterrario.
Si tu tortuga está presentando alguno de estos síntomas, o simplemente aún no tienes idea de cómo cuidar a una tortuga de agua en casa, te aconsejamos que consultar con tu veterinario de confianza.
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