Un jardín atractivo no depende únicamente de cómo distribuyas el espacio; también es importante contar con las especies de flores y plantas adecuadas. Unas brillarán por la coloración, la forma y la profusión de sus floraciones. Otras porque, además de eso, proporcionarán estabilidad al conjunto del jardín. Hemos recopilado aquí ocho plantas, muy fáciles de encontrar en tu centro de jardinería o vivero, que te ofrecerán floraciones espectaculares si sigues nuestros consejos.
1. Hortensia: la norteña exigente
La hortensia es la reina de los parques y jardines del norte peninsular, donde crece a sus anchas, fuerte y profusamente, junto a rododendros y camelias, entre otras especies autóctonas. Es algo caprichosa con la exposición. No le gusta nada el sol, sobre todo en verano y en las horas centrales del día. Únicamente es capaz de soportarlo en zonas de clima húmedo y templado o durante los inviernos en los climas más fríos.
Las hortensias necesitan suelos con una cierta acidez. Si dicha acidez no se alcanza, las hojas de la hortensia lo somatizan con una deslucida decoloración con tintes amarillentos. Por suerte corregirlo y recuperar su color original es fácil: basta con que añadas al suelo o al sustrato (si las tienes en maceta) hierro en forma de quelatos. Pídelo así en tu comercio de jardinería habitual. ¡Ya verás qué rápido volverá a ser la de siempre!
Sus flores se dan en forma de corimbos, como en racimos, y pueden presentar diversas tonalidades: rosadas, blancas, malvas, añiles o azules. Esto no es por azar sino que depende de la acidez del medio en el que estén creciendo. Aunque existen en los centros de jardinería y floristerías productos azuladores específicos para ellas, en general cuanto más ácido sea el suelo, más intenso y más próximo al azul será el color de sus flores. Por eso, si la tierra de tu jardín es alcalina, es necesario que la trabajes mezclándola con tierra de brezo o castaño si quieres acomodar en él unas hortensias.
El mantillo agregado en primavera y en otoño en forma de mulching, o acolchado superficial, ayuda a conservar la acidez, el frescor y la humedad del suelo, al tiempo que aporta nutrientes extra que las hortensias necesitan para lucir en todo su esplendor.
Junto con su prima hermana, la surfinia, es la más habitual para cestas colgantes. Desde ahí, protegida del viento y de la lluvia, decorará todo el verano con sus bellas campanillas bicolor amarillas y blancas a cambio de un sencillo mantenimiento basado en eliminar una a una las flores que se vayan marchitando, procurar que no pase sed y abonarla toda la temporada de floración.
Ahora bien, este tipo de recipiente en porches y terrazas no es el único lugar donde puede dar lo mejor de sí; en macizos y jardineras, las petunias también quedan fantásticas. Eso sí, trata de cultivarlas cerca de alguna especie como la capuchina o la lavanda que mantenga alejado al pulgón, su mayor enemigo. También recuerda dejar una separación de unos 25 centímetros entre ejemplares. Si cumples con todos estos requisitos, tendrás garantizado color a raudales hasta el final del verano.
Banderilla española: la más costera
Cerca del mar, en regiones de clima templado y en suelos ni demasiado ricos ni encharcados, es donde la banderilla española (Lantana cámara) encuentra su hábitat ideal. Cuando no presenta flores, la banderilla española puede pasar fácilmente desapercibida, pues no es una planta profusa ni destaca por una exuberante envergadura. Pero al llegar el mes de junio, decenas de pompones colonizan su follaje con una maravillosa floración en los tonos de la bandera española, rojos y amarillos, aunque también la hay en rosa combinada con amarillo. Plántala en tu jardín, al sol y en un suelo más bien arenoso, con cuidando de no pasarte con el riego.
Dalia: hasta otoño
En pocas ornamentales es posible encontrar tanta variedad de formas, tamaños y colores. Seguro que encuentras más de una que te guste, con flores tipo pompón, de cactus, de margarita, simples o dobles… Hay muchas para elegir. Sin embargo, todas requieren prácticamente las mismas atenciones: ponerlas a salvo del viento o dotarlas de tutores y adecuados sistemas de sujeción en lugares ventosos, protegerlas de los caracoles –que adoran sus hojas– y abonarlas cada 15 días con un producto adecuado para especies de flor.
Fucsia: flor exótica en formato mini
Por la forma de sus extravagantes flores colgantes, en algunos lugares se la conoce con el nombre de “pendientes de la reina”. A esta planta le agrada la climatología característica del Trópico, con temperaturas de cálidas a templadas y abundantes precipitaciones durante todo el año. Si está a salvo de las heladas, todo irá bien. Aunque hay una variedad, la Fucsia magallánica, que es algo más dura y resiste mejor el frío. Tanto en arriates como en macetas florece con profusión y muy pronto, inmediatamente después de plantarla, si se encuentra en un lugar con sol y sombra y el medio le permite soltar rápidamente el excedente de humedad. Un truco para evitar que el agua que de retenida es agregar a la tierra o sustrato una cantidad suficiente de vermiculita o perlita, pero siempre asegurándote de que mantenga un nivel de acidez alto, ya que de lo contrario sufrirá clorosis férrica o déficit de hierro.
Nenúfar: ideal para aguas estancadas
En su hábitat natural, en diversas regiones de Asia y África, el nenúfar se desarrolla espontáneamente invadiendo zonas de aguas estancadas, como charcas y lagunas. Si tienes un estanque en tu jardín, el nenúfar aportará cada primavera preciosas flores en forma de tulipa. Se expande rápidamente de forma natural y proporciona unas condiciones ideales, en cuanto a oxigenación del agua, adecuadas para la vida de muchas especies de peces. Eso sí, deberás ser muy cuidadoso durante el proceso de plantación para que sus delicadas raíces no sufran daños y se mantengan dentro del recipiente especial para plantas acuáticas (agujereado) mientras lo sumerges a medio metro bajo la superficie del agua. Si no lo haces así, la muerte es inmediata.
Geranio: económico y resistente
Se da bien en toda España, y en general en la costa mediterránea. Normalmente lo verás en macetas, cestas colgantes, jardineras, artesas y todo tipo de recipientes, porque se da así mejor que en terreno de asiento en el jardín. Es muy importante que reciba sol, protegerlo de heladas y evitar tanto encharcar su tierra como mojar su parte aérea. Con estas precauciones tan sencillas, su panículas florales saldrán sin parar y fácilmente desde marzo hasta noviembre. ¿Y sabes lo mejor de todo? Que da plantas nuevas con mucha facilidad, con solo cortar un esqueje y plantarlo en una maceta que tenga buen drenaje y mucha luz.
Forsitia: ¡hola primavera!
La temprana floración de este arbusto es síntoma de que ya está a la vuelta de la esquina. Es curioso porque aparece incluso antes que las hojas, en las ramas de más de dos años. Una de las maneras de sacarle más partido es no aislarla, pues se trata de una planta muy sociable a la que le encanta estar en compañía. Pero no por ello le regatees el sol, que le gusta mucho. Tanto, como cierto frescor en el suelo. Y no temas, porque nada puede tumbarla: ni el viento, ni las heladas, ni el calor fuerte… Sólo es sumamente exigente con la poda, que la necesita justo al final de su floración y antes de que salgan las hojas, para volver a mostrar sus campanillas de color oro la siguiente temporada.
Rosales
En la botánica, los rosales son el orden superior a la familia Rosaceae, pero según el Sistema de clasificación APG II, un moderno sistema de taxonomía botánica, los rosales tienen más de 8000 especies agrupadas en más de 24 familias. Estas son flores de jardín que florecen todo el año, entonces tendrás un patio hermoso los 365 días.
En cuanto al suelo, estos dependerá del tipo de flores de jardín que cultives. Algunos rosales pueden prosperar en suelos de textura media, fértiles y con un PH moderado, mientras que otras especies pueden crecer en suelos frescos y de reacción árida. Los únicos suelos que se deben evitar son los arenosos y secos.
Si hablamos de clima, las flores de jardín en cuestión son plantas que disfrutan de la luz. Algunas especies de rosales crecen muy bien bajo el sol y otras sobreviven con algo de sombra, pero, en general, no resisten bien a los inviernos muy fríos.
Los rosales son plantas para jardines de sol que requieren de ciertos cuidados especiales. Por ejemplo, se deben abonar una vez cada 3 meses, podar las flores marchitas, regar bastante y controlar las plagas con insecticidas especializados.
Petunias
Las petunias son flores de jardín exterior que se identifican con el mismo nombre vulgar y científico. Este género consta de 23 especies nativas de la región de Sudamérica, pero la mayoría son híbridos. Así como la mayoría de flores para jardines de esta lista, las petunias se usan para decoración por su variedad de colores y su fácil cultivo.
Estas flores de jardín son plantas muy resistentes, ya que soportan climas tropicales y baja humedad ambiental. Durante el verano y en caso de estar en una región muy seca, las petunias requerirán un riego diario. Por otro lado, evita que el agua caiga sobre los pétalos, porque se pueden romper.
Las petunias son flores de jardín resistentes al sol, ya que requieren de luz solar por 5 o 6 horas diarias. No obstante, en invierno, trata de moverlas a un lugar cerrado para evitar las heladas. Además, es necesario ir podando las flores y hojas que se marchitan, ya que le quitan luz a la planta.
Para plantar las petunias, las semillas para flores de jardín son muy pequeñas, entonces debes sembrarlas con mucho cuidado. También, procura que haya una separación de mínimo 20 centímetros entre planta y planta.
Jazmín
El jazmín tiene como nombre botánico Jasminum y tiene más de 200 especies con origen en las regiones tropicales de África, Asia y Europa. Esta es una flor de jardín trepadora, es decir, son plantas capaces de sujetarse a superficies verticales con sus raíces, por lo que sus flores de color blanco son perfectas para cubrir muros.
El jazmín es una de las flores de jardín más comunes para darle vida a las paredes de los patios y jardines. Sin embargo, existen variedades que crecen en arbustos y otras que pueden cultivarse en macetas. Todas necesitan exposición directa al sol para que crezcan sanas y fuertes, pero resisten climas fríos y cálidos.
Las flores de jazmín también se utilizan mucho como plantas medicinales en aromaterapia con efectos analgésicos y antidepresivos. A su vez, el olor de estas plantas con flores de jardín ayuda a dormir y funciona como afrodisiaco.
Tulipanes
Los tulipanes, o como se conocen en la ciencia de la botánica, Tulipa spp, son flores de jardín bulbosas que presentan más de 150 variedades, además de montones de híbridos. Estas hermosas plantas para decorar jardines tienen origen en Medio Oriente, en países como Irán, Kazajistán y Afganistán, pero, en la actualidad, son muy populares, se cultivan en todo el mundo y son representativas de Holanda.
Esta planta tiene flores amarillas de jardín, así como de otros colores vivos como el rojo y el fucsia. Además, se caracterizan por su forma de turbante y tener una altura entre 30 y 60 centímetros.
Los tulipanes son flores de jardín que resisten la luz solar directa, pero pueden sobrevivir en la semisombra. Por otro lado, requiere de suelos drenados y arenosos, y debe mantenerse siempre húmeda. Sin embargo, hay que evitar cultivar esta flor por más de 2 años en la misma tierra, ya que absorbe demasiados nutrientes.
¿Cómo plantar flores de jardín como los tulipanes? En primer lugar, debes cavar un hoyo con 10 centímetros de profundidad y colocar los bulbos con mínimo 20 centímetros de separación entre ellos. En cuanto a su cuidado, estas flores de jardín requieren riego diario y abono cada 30 días.
Claveles
Dianthus caryophyllus es el nombre botánico de las flores de jardín comúnmente conocidas como claveles. Estas plantas son originarias de la región mediterránea, particularmente de la península ibérica; por ello, es considerada la flor nacional de España. Estas flores cuentan con una gama muy amplia de variedades, siendo las más famosas el clavel de China, el clavel del poeta y el clavel coronado.
Además de usarse para la decoración y la creación de arreglos florales, los claveles son flores de jardín aromáticas que se utilizan para la formulación de fragancias.
Los claveles son flores de jardín de verano que crecen en tonos como el rojo, rosado, blanco, salmón y amarillo. También, existen algunas especies bicolores. Por otra parte, se reconocen fácilmente porque crecen dando matas densas de hasta un metro de altura.
Para crecer y florecer saludablemente, estas flores de jardín requieren de mucha luz solar y de un suelo poroso y bien drenado. Asimismo, la temperatura óptima para su desarrollo es entre los 22 y 12 grados centígrados.
Margaritas
Bellis perennis es el nombre botánico de las flores para jardines comúnmente llamadas margaritas. Estas plantas se clasifican como arbustos leñosos y son originarias de las praderas de Europa Occidental.
Las margaritas son flores silvestres que pueden sembrarse en jardín, así como en macetas que tengan como mínimo 30 centímetros de profundidad. Solo requiere de un suelo rico en sustrato, con arena y bien drenado, además de ser regadas abundantemente una o dos veces por semana.
También, son flores de jardín resistentes. A pesar de que se desarrollan mejor en lugares luminosos, húmedos y con temperaturas cálidas, las margaritas sobreviven muy bien al frío y a la sombra. Además, son muy fuertes ante plagas y enfermedades.
Lavanda
La lavanda es una planta con flores de jardín denominada como Lavandula officinalis en la disciplina de la botánica. Esta pertenece a la familia de las lamiáceas y contiene unas 70 especies.
Todos conocemos esta planta para jardines por su característico aroma relajante. Esta se utiliza mucho en la industria de la aromaterapia, así como para crear fragancias y aceites esenciales. Esta tiene propiedades calmantes que, a su vez, tratan dolores musculares y jaquecas. También, su olor funciona para ahuyentar a insectos de sitios cerrados, como armarios y cajones.
Estas flores de jardín aromáticas son de color azul y violeta y necesitan de mucha luz solar para crecer sanas; sin embargo, son resistentes a climas invernales. Por otra parte, son de bajo mantenimiento, ya que solo necesitan regarse un par de veces a la semana.