Viven normalmente en grupos de 10 adultos, en madrigueras excavadas por ellas mismas o por otros animales. Durante la noche son más activas, salen a buscar comida en una amplia variedad de plantas.
Fueron domesticadas por primera en el 2000 a.C. en los Andes en Sudamérica, en la región ahora conocida como Perú y Bolivia. En un principio se criaban para comer, pero algunas se convirtieron en la mascota de la familia. Normalmente no se compraban, más bien eran un regalo, especialmente en las bodas, para invitados especiales o para los niños. Se criaban en la cocina de casa, donde corrían libremente.
También desempeñaban un papel importante en los rituales tradicionales de curación, eliminaban a los espíritus malignos. En la medicina andina la cobaya se frotaba sobre el cuerpo del paciente enfermo, y cuando empezaba a emitir sonidos se creía que identificaba la zona afectada. Las cobayas negras eran consideradas especialmente sagradas, ya que su color era menos usual. La mayoría de los cuyes silvestres son de color marrón o gris, similar al color agutí.
Las cobayas son una especie domesticada de roedor originarias de América del Sur. Los Incas las criaban como mascotas y como alimento y los ofrecían como sacrificios a sus dioses, y esta crianza selectiva dio como resultado variaciones en el color del pelaje, patrones y textura (así como sutilezas de sabor). Alrededor de finales del siglo XVI, los conquistadores españoles llevaron las cobayas de Sudamérica a Europa, donde se convirtieron en mascotas populares entre la sociedad isabelina, y han seguido siendo un animal de compañía muy común en la actualidad, especialmente en Reino Unido y Estados Unidos. ¿Quieres aprender más curiosidades de las cobayas? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber.
. Su nombre cambia en función del país
La primera de las curiosidades de las cobayas es precisamente su nombre. El nombre científico es Cavia porcellus. Se les llama cuy en Sudamérica, donde se originaron. En América del Norte, Europa y Australia, se les conoce como guinea pigs. Nadie está realmente seguro de dónde viene el nombre de guinea pig (cerdo de guinea). Según algunos historiadores, puede ser porque la carne asada de este animal recordaba a los europeos conquistadores a los lechones.
Otros, en cambio, piensan que obtuvieron este nombre por los chillidos que hacen (similares al de los cerdos), o que el nombre puede provenir del precio que tenían estas cobayas en la Inglaterra del siglo XVI: una guinea.
Los pequeños animales peludos también tienen crisis de identidad en otros idiomas, escribió Vanderlip. En Alemania, se les ha llamado meerschweinchen (pequeños cerdos marinos). En Francia, son lapins de Barbarie (conejos de Berbería), parecido a España, donde los conocemos como conejillos de Indias, y en Portugal son porchitas da Inda, una mezcla de ambas variantes (cerditos de la India).
Se utilizaban como fuente de alimento en el pasado
Las cobayas comenzaron a domesticarse alrededor del año 2000 AC en los Andes, en Perú y Bolivia, siendo criados principalmente para la alimentación. Algunos niños empezaron a usarlos también como mascotas, y este uso se extendió en el siglo XVI cuando los exploradores españoles trajeron cobayas de Sudamérica y se convirtieron en mascotas para la élite y los ricos.
Lo más sorprendente, sin embargo, es que hay lugares en Sudamérica que todavía comen conejillos de indias: En Perú, Bolivia y Ecuador comen cobayas asadas. Por otra parte, hay algunos restaurantes especializados en los Estados Unidos de América que ahora también sirven cuy. Los conejillos de indias domésticos ya no existen en estado salvaje. Sin embargo, otras razas sí, como el cuy de montaña o el brasileño.
No pueden producir vitamina C… y se comen sus propias heces
Tal vez una de las curiosidades de las cobayas más conocidas es que no pueden producir su propia vitamina C, a diferencia de la mayoría de los otros mamíferos. Comparten esta incapacidad con las personas, que también necesitan obtener vitamina C de su dieta. Sin vitamina C, las cobayas desarrollan escorbuto. El escorbuto causa numerosos problemas, incluyendo articulaciones inflamadas, letargo, problemas de piel y pelaje o pérdida de apetito.
Y, en relación con la dieta, otra de las curiosidades de las cobayas es que se comen sus propias heces. Esta coprofagia es necesaria para la salud de las cobayas, porque las que no comen algunas de sus heces diariamente eventualmente se enferman.
Las cobayas tienen un buen oído que es más sensible que el oído humano. Son increíblemente sensibles a los ruidos fuertes. Esto les ayuda a oír a los depredadores y a tener tiempo para huir.
Su visión no es muy buena, con una pobre percepción de la profundidad. Sin embargo, pueden ver casi todo lo que les rodea por la forma en que tienen los ojos (aprox. 340 grados de visión). Además, las cobayas pueden ver el color, a diferencia de otros animales.
Las cobayas no son buenas trepadoras, pero en compensación corren muy rápido. También son muy inteligentes. Tienen una buena memoria espacial y pueden recordar los caminos aprendidos hacia las fuentes de alimento durante muchos meses. Además, se les puede enseñar a usar una caja de arena o hacer trucos.
Les encanta recibir mimos
Las cobayas son muy sociables y son animales de manada. Les gusta estar con otros de su misma especie, pero también prosperan gracias al afecto humano. Las cobayas domésticas necesitan tener mucha atención y amor y les gusta estar contigo cuando estás cerca.
Saltan y se estiran cuando están felices…
Una cobaya que se estira muestra que está relajado y feliz. Cuando están contentos, los conejillos de indias saltan en el aire. A menudo se ve a los jóvenes hacer esto cuando están jugando.
y se esconden cuando tienen miedo
Las cobayas pasan mucho tiempo escondidas. Asegúrate de proporcionarles lugares para esconderse. Si se asustan, se paralizan o huyen rápidamente. Rara vez atacarán o morderán si se sienten amenazados.
Curiosidades de la cobaya
Cavia porcelus es su nombre científico, pero a nivel informal se la conoce más como cobaya, cuyo o conejillo de Indias. Fuera de nuestras fronteras y más concretamente en Latinoamérica, de donde procede, este pequeño roedor recibe el apelativo de cuy. Te preguntarás de dónde sale esta palabreja. Muy sencillo, es la onomatopeya que este simpático animalillo emite.
Raza skinny
Hay una variedad de cobaya que no tiene pelo. Se trata de la cobaya skinny, descendientes de una cobaya con una mutación espontánea que la hizo nacer calva en un laboratorio. Se reprodujeron fomentando el gen que les hacía perder el pelo, y así nació esta raza.
Son cobayas normales, pero hay que tener en cuenta que son más vulnerables al frío y pueden, por lo tanto, resfriarse con más facilidad que el resto de cobayas. Las curiosidades de la cobaya en cuanto a razas no se acaban aquí, pero esta es la más extraña.
No les agrada estar solos
Mientras disfrutan del afecto humano, las cobayas deben estar con otros de su propia especie y siempre deben mantenerse en parejas o en pequeños grupos. Se comunican mediante varios ruidos, incluida la conocida llamada ‘wheek-wheek’, una señal de emoción o de encontrar un amigo, y un bajo sonido de ‘ronroneo’, que hacen cuando se sienten contentos y relajados. También emiten una serie de ruidos cortos ‘putt-putt’ cuando están explorando. Un cobayo mantenido en la soledad tiene más probabilidades de sufrir estrés y depresión.
nteligentes desde su nacimiento
Las cobayas recién nacidas, nacen con el pelaje, los ojos abiertos y pueden correr a pocas horas de su nacimiento, algo que es muy útil para una especie que tiene muchos depredadores. A las tres semanas, los bebés son destetados y a los tres meses están completamente maduros, aunque seguirán creciendo en tamaño hasta que tengan alrededor de un año.
Mecanismo de defensa: orinar
Cuando una cobaya o cuyo siente que otra u otro animalito le está molestando, suelen lanzarle un chorro de orina. ¡Es su forma de “atacar” o “defenderse”! Tenlo en cuenta si no quieres que te sorprendan con un pequeño chorrito.
Aprenden rápido
Estos roedores pueden aprender palabras y obedecer nuestras órdenes, pero, además, disfrutan resolviendo problemas y aprendiendo trucos nuevos. Hay muchos trucos sencillos y divertidos que puedes enseñarle a tu cobaya, pero también puede disfrutar del uso de juguetes y puzzles que le hacen pensar un rato.
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Se comen sus propias heces fecales
Podrá parecer una cochinada, o algo extraño, pero es cierto: las cobayas hacen dos tipos de heces fecales, que solo ellas pueden diferenciar; uno de ellos en ocasiones lo ingieren. Lo hacen porque hay nutrientes necesarios para su organismo y así los aprovechan. De todas las curiosidades de las cobayas, es cierto que esta es la más desagradable.