Agapornis : Cómo son y cómo ganarnos su confianza
La verdad es que son preciosos. Y además, si sabemos llegar a su corazoncito y lo cuidamos y nos relacionamos con ellos correctamente, un agapornis puede convertirse en un perfecto compañero en la casa porque el agapornis es un ave especialmente sociable y se lleva muy bien con los humanos.
¿Qué es un agapornis?
El agapornis roseicollis pertenece a la familia de los Psittaculidae y provienen de África. También se les conoce coloquialmente como “inseparables” pero, más que por que pasen toda su vida con la misma pareja, este apelativo se debe a que acostumbran a dedicarse arrumacos y se cuidan entre ellos como si fueran una pareja de enamorados y les gusta el contacto con su par tener. Les gusta estar acurrucados el uno contra el otro y no es casualidad que su nombre esté formado por las palabras ágape, del griego, que significa amor o afecto, y agapornis, que significa ave. De hecho, incluso esto no es siempre así y hay especímenes que son bastante desapegados e independientes.
Son loros de pequeño tamaño y, dependiendo de la especie (hay 9 de ellas) su tamaño oscila entre los 12 y los 17 cm. Además, otra de las cosas que encanta a sus dueños es que su plumaje es de vivos colores y alegran cualquier sitio en el que se encuentran.
Los agapornis son inseparables con su pareja y, aunque se dice que son muy sociables con el ser humano y que deben sentirse muy amenazados para intentar atacar o mostrarse agresivos, su sociabilidad se debe en gran parte a un correcto adiestramiento. Se acostumbran a la convivencia pero no te va a buscar para que lo acaricies a menos que sea palillero.
Para facilitaros la tarea de adiestrarlos podemos daros unas pautas de su comportamiento para que vigiléis a vuestros agapornis y sepáis por dónde va su estado de ánimo y tratar de corregirlo en caso de ser necesario.
¿Cómo se comportan los agapornis?
El agapornis es un animal inquieto por naturaleza y sabremos que está en buen estado de ánimo cuando no esté quieto ni un momento. Lo normal es que curiosee a su alrededor, que se acicale las plumas y esté constantemente haciendo ruiditos y cantos. Si vemos que nuestro agapornis hace estas cosas, no hay porque preocuparse. Nuestro amigo está feliz. Que siga así.
Aunque parezca una paradoja, cuando nuestro agapornis estira las patas es porque está relajado. En ocasiones descansan así cuando están tranquilos y también echan la cabeza hacia atrás y ahuecan las plumas. Tampoco debemos preocuparnos por eso. Hasta un ave tan inquieta como un agapornis necesita relajarse en algún momento. Sin embargo, tampoco es normal que pasen muchas horas descansando por el día ni que pasen el día ahuecados. Si esto sucede es uno de los principales síntomas de enfermedad y tendremos que vigilarlos atentamente.
Es un animal que se adapta muy bien a un nuevo entorno, pero en el momento en el que veamos que nuestra mascota esté especialmente quieta sí debemos empezar a vigilarla porque es posible que se encuentre enfermo o deprimido. Si no se muestra sociable y curioso puede que se sienta solo o necesite salir de su jaula. Esta tristeza puede llevar a nuestro agapornis a estados de ánimo depresivos y en esos momentos sí puede llegar a volverse agresivo si no se trata a tiempo esa tristeza. También es probable que adquiera esta actitud si está en periodo de cría y piensa que sus descendientes están en peligro. En estos casos agitará las alas emitiendo ruidos y tratará de arañarte con las patas o picarte si te acercas a él o sus huevos /crías.
¿Y cómo consigo que mi agapornis confíe en mí?
Seguro que una de las cosas que más os ha llamado la atención de estas aves es lo sociables que son con los humanos. Internet está llena de vídeos de agapornis interactuando con sus dueños. Se dejan llevar en el hombro como si fuéramos un pirata, comen de la mano de sus dueños y juegan con ellos y se dejan tocar sin problemas.
Sin embargo, llegar a tener esta relación de confianza con un agaporni no es sencillo. Son muy sociables, sí, pero han de llegar a confiar en nosotros y conseguirlo puede ser un proceso largo que requiere paciencia y trabajo diario.
Como en todas las relaciones, no es bueno intentar llegar al final del camino nada más empezar. Mantén las distancias cuando le abras la jaula ya que para él también será una nueva experiencia verse en libertad e irá explorando tanto al entorno como a su compañero humano. Si está en un buen estado de ánimo, será fiel a su naturaleza y se mostrará curioso. No estará quieto ni un segundo e irá investigando a su alrededor sin perder detalle.
Tras unos días en los que es importante que tenga su espacio fuera de la jaula, empieza a interactuar con tu agapornis, pero poco a poco. Para favorecer el tránsito a vivir fuera de su jaula e interactuar con los humanos, es una buena idea que la jaula esté habitualmente en un lugar de la casa en el que suela haber gente. Así el animal irá acostumbrándose a ver a su dueño, a escucharle y a que éste se acerque a la jaula.
A medida que el agapornis vaya ganando confianza, podemos intentar darle de comer. Utilizad lo que hayáis detectado que más le guste entre su alimentación. En el mercado hay snacks y golosinas para agapornis que les suelen encantan y van muy bien para el adiestramiento.
Después, cuando se haya acostumbrado a tener cerca la mano de su dueño y vea que no hay ningún peligro, con el lateral de un dedo y con cuidado podemos animarle a subirse con un pequeño toque en su abdomen. Lo normal es que no esté mucho tiempo sobre nuestro dedo las primeras veces. En ese caso, hay que dejarle marcar su ritmo para que se vaya acostumbrando a reposar en nuestra mano.
Ten en cuenta que en hasta que esté acostumbrado a salir de la jaula e interactuar con nosotros es importante tener las ventanas cerradas para evitar que al asustarse pueda tratar de escapar.
Si le cuidamos bien y le damos nuestro cariño, nuestro pequeño agapornis nos devolverá con creces toda esa alegría durante mucho tiempo porque son muy longevos. Un agapornis puede vivir una media de 12 años.
Es curioso la que lían los agapornis cuando se encuentran en celo (que suele ser casi todo el año), cuando vemos que el macho tiene que conquistar a su hembra y empieza con una serie de rituales que los hace muy característicos. En este vídeo que tenemos en nuestro canal de YouTube podremos ver el proceso o el ritual de apareamiento de unos agapornis verdes.
Los agapornis tienen un ritual bastante curioso e incluso, gracioso. Te quedas mirándolos y llega un momento en el que les da igual todo lo que se acontece en su alrededor.
Los agapornis son aves granívoras que basan su alimentación en el consumo de semillas. No obstante, su dieta también incluye otros alimentos como frutas, hortalizas y alimentos de origen animal. Para satisfacer las necesidades nutricionales y comportamentales de los agapornis debemos ofrecerles una dieta variada y equilibrada, implementando al mismo tiempo métodos de enriquecimiento ambiental que permitan estimular sus conductas naturales.
Necesidades nutricionales de los agapornis
La dieta de las psitácidas de pequeño tamaño, entre las que se encuentran los agapornis, debe incluir la siguiente proporción de alimentos:
40% de pienso: los piensos para agapornis deben tener alrededor de un 15% de proteína, un 8% de grasa y un 3% de fibra.
30% de frutas y hortalizas: son una fuente de fibra, vitaminas y minerales.
30% de otros alimentos: como legumbres, pasta, arroz, germinados y proteína animal. Permiten completar y balancear la dieta.
Debemos tener en cuenta que los requerimientos nutricionales del animal variarán en función del tamaño corporal. Por ejemplo, las especies de agapornis más grandes tendrán unos requerimientos algo mayores, su nivel de actividad, edad, momento de su período reproductivo y condiciones ambientales también son factores que determinarán la proporción de su comida. Por tanto, es importante tener en cuenta cada uno de estos aspectos para ofrecerle a tu agapornis una dieta ajustada a sus necesidades.
Alimentación de los agapornis
Existen 9 especies de agapornis salvajes. Entre ellas, los Agapornis roseicollis, personatus y fischeri son muy comunes como animales domésticos. Otros como los Agapornis lilianae, nigrigenis, pullarius, canus y taranta son mucho menos frecuentes como aves domésticas, y los Agapornis swinderniana directamente no se encuentran en cautiverio. A continuación, vamos a hablar de la alimentación de los agapornis, pero primero haremos una distinción para saber qué comen los agapornis salvajes y los agapornis domésticos.
Alimentación de los agapornis salvajes
En su hábitat natural, la mayoría de especies de agapornis tienen una dieta bastante similar. Son aves eminentemente granívoras, por lo que gran parte de su dieta se basa en el consumo de semillas. En menor medida, también consumen algunas hojas, brotes tiernos, bayas y frutos. Además, de forma anecdótica, pueden consumir algunas flores y larvas de insectos. Cabe mencionar que existen tres especies de agapornis con una dieta algo diferente, pese a que también son granívoras.
En la dieta del Agapornis pullarius tiene algo más de importancia la proteína animal, por lo que consumen larvas de insectos con mayor frecuencia que el resto de especies.
El Agapornis taranta es mucho más frugívoro que el resto (suele consumir con frecuencia los frutos de la higuera).
En el Agapornis swinderniana tienen especial importancia tanto los frutos como las larvas de insectos.
Alimentación de los agapornis domésticos
Como ya hemos explicado, los agapornis son aves granívoras cuya alimentación se basa en el consumo de semillas, pero que también consumen otro tipo de alimentos de forma habitual. Por ello, una dieta adecuada para los agapornis domésticos debe combinar distintos alimentos en la proporción adecuada. A continuación, enumeramos los alimentos que deben formar parte de la dieta de los agapornis:
Piensos peletizados: están elaborados a base de granos de cereales, semillas de leguminosas y frutos oleaginosos. Deben ser la base de la alimentación de los agapornis. Cada grano de pienso contiene la proporción adecuada de nutrientes que necesita el ave, lo que convierte a los piensos extrusionados en alimentos perfectamente balanceados y homogéneos.
Mezclas de semillas (mixtura): las mixturas para agapornis suelen incluir mijo, cañamón, linaza, girasol, avena, etc. Pese a que estas mezclas de semillas se han utilizado de forma tradicional para alimentar a las aves, tienen una gran desventaja con respecto a los piensos peletizados. Al ser mezclas de diferentes semillas, las aves suelen seleccionar aquellas por las que sienten predilección y descartar el resto, lo que puede desbalancear su dieta y producir carencias nutricionales. Por ello, es preferible que la base de su dieta sea el pienso peletizado y ofrecer las semillas solo de forma ocasional.
Frutas y hortalizas: son alimentos ricos en vitaminas y minerales que también suponen una parte importante de la dieta de los agapornis. En la dieta se deben incluir frutas y verduras ricas en carotenos y vitamina C (como la zanahoria, el pimiento, el tomate, las coles y el brócoli) y hojas verdes ricas en vitamina K (como la lechuga, canónigos, espinacas y rúcula). También podemos aportar otros vegetales como el apio, judías verdes, calabaza, batata, fresas, higos, etc.
Semillas germinadas: como el trigo sarraceno, mijo, cebada, avena, trigo o cañamón. Puedes comprarlos directamente o germinar las semillas tú mismo/a.
Legumbres cocidas: garbanzos, lentejas o soja.
Pasta y arroz cocido: incluyendo las pastas y arroces integrales.
Proteína animal: huevo cocido y lácteos (queso fresco sin sal o yogurt natural).
Los agapornis son aves granívoras que basan su alimentación en el consumo de semillas. No obstante, su dieta también incluye otros alimentos como frutas, hortalizas y alimentos de origen animal. Para satisfacer las necesidades nutricionales y comportamentales de los agapornis debemos ofrecerles una dieta variada y equilibrada, implementando al mismo tiempo métodos de enriquecimiento ambiental que permitan estimular sus conductas naturales.
También te puede interesar: Aves que comen semillas
Índice
Necesidades nutricionales de los agapornis
Alimentación de los agapornis
¿Cómo darle de comer a un agapornis?
Alimentos prohibidos para agapornis
Necesidades nutricionales de los agapornis
La dieta de las psitácidas de pequeño tamaño, entre las que se encuentran los agapornis, debe incluir la siguiente proporción de alimentos:
40% de pienso: los piensos para agapornis deben tener alrededor de un 15% de proteína, un 8% de grasa y un 3% de fibra.
30% de frutas y hortalizas: son una fuente de fibra, vitaminas y minerales.
30% de otros alimentos: como legumbres, pasta, arroz, germinados y proteína animal. Permiten completar y balancear la dieta.
Debemos tener en cuenta que los requerimientos nutricionales del animal variarán en función del tamaño corporal. Por ejemplo, las especies de agapornis más grandes tendrán unos requerimientos algo mayores, su nivel de actividad, edad, momento de su período reproductivo y condiciones ambientales también son factores que determinarán la proporción de su comida. Por tanto, es importante tener en cuenta cada uno de estos aspectos para ofrecerle a tu agapornis una dieta ajustada a sus necesidades.
Alimentación de los agapornis
Existen 9 especies de agapornis salvajes. Entre ellas, los Agapornis roseicollis, personatus y fischeri son muy comunes como animales domésticos. Otros como los Agapornis lilianae, nigrigenis, pullarius, canus y taranta son mucho menos frecuentes como aves domésticas, y los Agapornis swinderniana directamente no se encuentran en cautiverio. A continuación, vamos a hablar de la alimentación de los agapornis, pero primero haremos una distinción para saber qué comen los agapornis salvajes y los agapornis domésticos.
Alimentación de los agapornis salvajes
En su hábitat natural, la mayoría de especies de agapornis tienen una dieta bastante similar. Son aves eminentemente granívoras, por lo que gran parte de su dieta se basa en el consumo de semillas. En menor medida, también consumen algunas hojas, brotes tiernos, bayas y frutos. Además, de forma anecdótica, pueden consumir algunas flores y larvas de insectos. Cabe mencionar que existen tres especies de agapornis con una dieta algo diferente, pese a que también son granívoras.
En la dieta del Agapornis pullarius tiene algo más de importancia la proteína animal, por lo que consumen larvas de insectos con mayor frecuencia que el resto de especies.
El Agapornis taranta es mucho más frugívoro que el resto (suele consumir con frecuencia los frutos de la higuera).
En el Agapornis swinderniana tienen especial importancia tanto los frutos como las larvas de insectos.
No obstante, estas tres especies son muy poco comunes como animales de compañía, por lo que la mayoría de cuidadores de agapornis no tendrán que tener en cuenta los requerimientos específicos.
Alimentación de los agapornis domésticos
Como ya hemos explicado, los agapornis son aves granívoras cuya alimentación se basa en el consumo de semillas, pero que también consumen otro tipo de alimentos de forma habitual. Por ello, una dieta adecuada para los agapornis domésticos debe combinar distintos alimentos en la proporción adecuada. A continuación, enumeramos los alimentos que deben formar parte de la dieta de los agapornis:
Piensos paletizados: están elaborados a base de granos de cereales, semillas de leguminosas y frutos oleaginosos. Deben ser la base de la alimentación de los agapornis. Cada grano de pienso contiene la proporción adecuada de nutrientes que necesita el ave, lo que convierte a los piensos extrusionados en alimentos perfectamente balanceados y homogéneos.
Mezclas de semillas (mixtura): las mixturas para agapornis suelen incluir mijo, cañamón, linaza, girasol, avena, etc. Pese a que estas mezclas de semillas se han utilizado de forma tradicional para alimentar a las aves, tienen una gran desventaja con respecto a los piensos paletizados. Al ser mezclas de diferentes semillas, las aves suelen seleccionar aquellas por las que sienten predilección y descartar el resto, lo que puede desbalancear su dieta y producir carencias nutricionales. Por ello, es preferible que la base de su dieta sea el pienso paletizado y ofrecer las semillas solo de forma ocasional.
Frutas y hortalizas: son alimentos ricos en vitaminas y minerales que también suponen una parte importante de la dieta de los agapornis. En la dieta se deben incluir frutas y verduras ricas en carotenos y vitamina C (como la zanahoria, el pimiento, el tomate, las coles y el brócoli) y hojas verdes ricas en vitamina K (como la lechuga, canónigos, espinacas y rúcula). También podemos aportar otros vegetales como el apio, judías verdes, calabaza, batata, fresas, higos, etc.
Semillas germinadas: como el trigo sarraceno, mijo, cebada, avena, trigo o cañamón. Puedes comprarlos directamente o germinar las semillas tú mismo/a.
Legumbres cocidas: garbanzos, lentejas o soja.
Pasta y arroz cocido: incluyendo las pastas y arroces integrales.
Proteína animal: huevo cocido y lácteos (queso fresco sin sal o yogurt natural).
¿Qué comen los agapornis? - Alimentación de los agapornis
¿Cómo darle de comer a un agapornis?
En este apartado te explicamos cómo y cada cuánto debes ofrecer los distintos tipos de alimentos a tu agapornis:
El pienso: se debe aportar a diario, ya que constituye la base de su alimentación.
Las frutas y verduras: se deben aportar a diario e ir variando cada día de la semana. Cada día ofreceremos tres o cuatro frutas y verduras distintas, concretamente dos frutas u hortalizas ricas en vitamina C y carotenos, y alguna hoja rica en vitamina K. Las frutas las ofreceremos crudas, y las hortalizas podremos ofrecerlas crudas o cocidas. Preferiblemente coceremos aquellas hortalizas que mejoran su valor nutritivo cuando están cocidas, como las zanahorias o la calabaza.
Las legumbres cocidas: las aportaremos dos o tres veces a la semana. Podremos combinar las legumbres con pasta o arroz cocido: para mejorar la calidad nutricional de la mezcla. Es recomendable ir modificando el tipo de pasta (espaguetis, espirales, etc.), ya que las distintas formas y colores también serán una fuente de estimulación.
Las mezclas de semillas: las proporcionaremos una vez a la semana.
Las semillas germinadas: las aportaremos una vez a la semana. Debes saber que los germinados son productos que se contaminan fácilmente por hongos, por lo que antes de ofrecerlos debes asegurarte de que están en perfecto estado.
La proteína animal (huevo o lácteos): las aportaremos una vez a la semana. Puedes ofrecer los huevos con la cáscara incluida si quieres conseguir un aporte extra de calcio en su dieta.
En este punto, es importante mencionar que los agapornis son pájaros muy activos que, en su hábitat natural, están habituados a forrajear gran parte del tiempo y a realizar vuelos de largas distancias. Dado que los animales domésticos no pueden llevar a cabo estos comportamientos, es importante que les proporcionemos otras estrategias para que mantengan su elevado nivel de actividad.
Por una parte, debemos ofrecerles una dieta variada y diferente cada día, ya que así conseguiremos estimularles sensorialmente y reproducir en gran medida lo que sería su dieta en estado natural. Por otra parte, es importante que aportemos algunos de los alimentos de su dieta implementando métodos de enriquecimiento ambiental para estimular sus conductas naturales. El objetivo es esconder la comida o complicar el acceso a ella para que tengan que invertir tiempo en conseguir el alimento. Para ello, puedes utilizar juguetes con cavidades interiores o elaborar juguetes caseros con rollos de papel, cuerdas. etc. Con estas estrategias conseguirás cubrir sus necesidades físicas y emocionales y favorecerás el desarrollo de comportamientos instintivos.